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Vino Tinto Alto Moncayo

Vino tinto Alto Moncayo elaborado con uvas Garnacha

40,20

El maridaje perfecto: Alto Moncayo y la trufa, un encuentro de intensidad y elegancia

La trufa, con su aroma terroso y profundo, es un producto gastronómico único que transforma cualquier plato en una experiencia sofisticada. Para acompañarla, se necesita un vino con carácter, capaz de complementar su intensidad sin eclipsarla. En este sentido, Alto Moncayo, elaborado 100% con Garnacha de viñas viejas, es el compañero perfecto.

Este vino, reconocido por su complejidad y potencia, despliega aromas a frutas negras maduras, notas especiadas de clavo y canela, toques balsámicos y un fondo de cacao y vainilla. Su cuerpo robusto, taninos aterciopelados y largo final armonizan a la perfección con los matices umami y aromáticos de la trufa, creando una combinación que conquista el paladar.

¿Cómo disfrutar este maridaje?

  1. Carnes rojas y guisos trufados. Alto Moncayo es ideal para platos contundentes como un solomillo de ternera con trufa rallada o un estofado de caza con láminas de trufa negra. La riqueza y estructura del vino equilibran la intensidad de las carnes y realzan el aroma profundo de la trufa, logrando una sinergia excepcional.
  2. Pasta y risotto. Platos de pasta fresca con salsa trufada o un risotto de hongos con trufa se convierten en una experiencia gourmet al combinarse con Alto Moncayo. Sus notas especiadas y balsámicas complementan los sabores terrosos de la trufa, mientras su acidez refresca y equilibra la cremosidad del plato.
  3. Quesos curados y trufados. Los quesos de oveja con trufa o un queso manchego curado se potencian maravillosamente con una copa de Alto Moncayo. Su untuosidad y carácter umami se ven realzados por la profundidad frutal y el final especiado del vino.
  4. Huevos y setas. Los platos sencillos como huevos escalfados con trufa o un salteado de setas silvestres con aceite de trufa adquieren una nueva dimensión con este vino. Las notas frutales maduras y el toque de cacao de Alto Moncayo complementan la terrosidad de estos ingredientes, creando un equilibrio de sabores perfecto.

 

La unión de la fuerza y la sutileza

Alto Moncayo y la trufa son un maridaje para los amantes de los sabores intensos y sofisticados. Su combinación destaca por la forma en que el vino potencia los matices únicos de la trufa, mientras esta última realza la profundidad y la riqueza del vino. Juntos, ofrecen una experiencia gastronómica memorable, perfecta para los momentos más especiales.

Descubre cómo el vino Alto Moncayo y la trufa pueden elevar tus platos y conquistar todos tus sentidos.